Las alergias alimentarias son reacciones adversas a determinados alimentos y tienen su origen en un mecanismo inmunitario del paciente afectado. Los síntomas van desde malestares ligeros hasta complicaciones que sin la intervención médica pueden poner en peligro la vida de la persona.
En México, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, se estima que el 25% de la población del país padece alguna alergia, incluida la alimentaria. Generalmente la automedicación para controlar los síntomas de estas alergias es un factor que ha provocado aumento en el número de casos. La población infantil es la más afectada, la prevalencia es de 4.3% en menores de 3 a 5 años y de 3.9% en menores de 18 años.
Alguno de los principales alimentos involucrados en las alergias son: proteína de la leche, cacahuates, mariscos, frutos secos, huevo y trigo.
Actualmente no existe una prueba para confirmar o descartar alguna alergia alimentaria. El médico debe considerar varios factores para realizar un diagnóstico, alguno de estos factores son:
- Tus síntomas.
- Tus antecedentes familiares de alergias.
- Una exploración física.
- Una prueba cutánea.
- Análisis de sangre.
- Dieta de eliminación.
- Prueba de provocación oral con alimentos.
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Actualmente la única forma de evitar una reacción alérgica por alimentos es no comer aquellos que puedan causar signos y síntomas. En caso de una reacción alérgica menor los antihistamínicos de venta libre o recetados pueden ayudar a reducir los síntomas. Este tipo de medicamentos pueden tomarse después de tener contacto con los alimentos que provocan la alergia y ayudarán con la picazón o con la urticaria. Sin embargo, los antihistamínicos no pueden tratar una reacción alérgica grave.
En caso de una reacción alérgica grave es necesario acudir a alguna unidad hospitalaria.
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