La hipertrigliceridemia, conocida comúnmente como tener los niveles de triglicéridos altos, consiste en una elevación anormal del nivel de triglicéridos, que es el principal tipo de grasa que se encuentra en la sangre.
Tener un nivel alto de triglicéridos en la sangre puede aumentar el riesgo de padecer una enfermedad cardiaca. Así que debes mantener tus niveles en rangos normales (por debajo de 150 mg/dl).
Un simple análisis de sangre puede revelar si tus triglicéridos están dentro de un rango saludable:
- Normal: menos de 150 miligramos por decilitro (mg/dl), o menos de 1.7 milimoles por litro (mmol/l)
- Límite: 150 a 199 mg/dl (1,8 a 2,2 mmol/l)
- Alto: 200 a 499 mg/dl (2,3 a 5,6 mmol/L)
- Muy alto: 500 mg/dl o más (5.7 mmol/l o más)
Los triglicéridos altos también pueden ser un signo de:
- Diabetes tipo 2 o prediabetes
- Síndrome metabólico: una afección en la que la hipertensión arterial, la obesidad y la hiperglucemia se presentan juntas, lo que aumenta el riesgo de sufrir enfermedad cardíaca
- Niveles bajos de hormonas tiroideas (hipotiroidismo)
- Ciertas afecciones genéticas poco comunes que afectan la forma en que el cuerpo convierte la grasa en energía
¿Cuál es la diferencia entre triglicéridos y colesterol?
Los triglicéridos y el colesterol son diferentes tipos de lípidos que circulan en la sangre:
- Los triglicéridos almacenan las calorías no utilizadas y proporcionan energía al cuerpo.
- El colesterol se utiliza para construir células y ciertas hormonas.
¿Qué puedo hacer para controlar los niveles de triglicéridos?
Para mantener los niveles de triglicéridos en cifras aceptables es importante seguir una alimentación baja en grasas saturadas, presentes en los productos de origen animal como la mantequilla, la nata, las carnes grasas, los lácteos enteros y en algunos alimentos de origen vegetal como el aceite de coco y de palma.
En su lugar se emplearán alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados, como el aceite de oliva y aquellos en los que predominan los ácidos grasos omega-3. En este último grupo destacan los pescados azules (sardina, caballa, atún, bonito, pez espada, salmón, arenque, boquerones, jurel, etc.) las nueces y el aceite de canola o colza.
Disminuir las grasas
Para lograr disminuir el aporte lipídico, debemos seleccionar carnes magras, aves sin piel, quesos bajos en grasa, leches y yogures totalmente descremados. En algunos productos es necesario leer detenidamente las etiquetas para valorar su contenido de “grasa total” y “grasa saturada”.
Por otro lado, se recomienda evitar los azúcares simples (azúcar, miel, bebidas azucaradas y refrescos), la fructosa y, sobre todo, el alcohol, pues todos ellos aumentan la síntesis hepática de triglicéridos. Hay que tener en cuenta que pequeñas cantidades de alcohol pueden elevar el nivel de triglicéridos significativamente. Otros factores que se relacionan con el aumento de los valores de triglicéridos son el tabaco, los estrógenos, la obesidad, la inactividad y la diabetes no controlada.
Además, la elección de un estilo de vida saludable es clave:
- Haz ejercicio
- Evita el azúcar y los carbohidratos refinados
- Baja de peso
- Limita la cantidad de alcohol que consumes
Si tu médico te receta medicamentos para reducir los triglicéridos, tómalos tal como te los recetó. Y recuerda la importancia de los cambios saludables que has hecho en tu estilo de vida. Los medicamentos pueden ayudar, pero el estilo de vida también es importante.
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