Con regularidad hemos escuchado la frase: la belleza cuesta, pero, ¿somos conscientes del verdadero daño que algunos procesos cosméticos nos hacen?

La Sociedad Española de Químicos Cosméticos (SEQC) refirió un tema que cada vez preocupa más: los ingredientes que componen los cosméticos que utilizamos.

Esta rama de la belleza utiliza ingredientes que empleados de manera inadecuada o en concentraciones elevadas pueden ser perjudiciales para la salud. 

En promedio las mujeres utilizan casi 200 químicos sobre la piel todos los días, una cifra que envuelve desde el shampoo, acondicionador, limpiador facial, hidratante, crema, maquillaje líquido, sombra de ojos, y demás… Por ello, es importante conocer lo que se está usando en nuestro cuerpo y verificar que estos productos estén debidamente regulados.
Es importante entender que ni todo lo químico es “malo”, ni todo lo natural tiene el efecto prometido. 

Los cosméticos no regulados pueden causar daños en la piel y los ojos. Estos productos a menudo contienen ingredientes desconocidos o en concentraciones inapropiadas, lo que puede desencadenar reacciones abrasivas, acné, salpullido, conjuntivitis, lagrimeo e inflamación ocular. Además, la ausencia de etiquetas con información esencial, como la fecha de caducidad y las leyendas precautorias, dificulta la evaluación de su seguridad y uso adecuado.

Entre los componentes activos en los maquillajes que pueden dañarnos se encuentran:

El plomo, que es un metal pesado que puede encontrarse en algunos cosméticos, especialmente en los labiales y delineadores. La exposición prolongada, puede causar daños en el sistema nervioso, problemas de aprendizaje, retraso en el desarrollo en niños y efectos tóxicos en adultos.

El mercurio, puede encontrarse en algunos productos para blanquear la piel y en algunas sombras de ojos no reguladas. Este, puede dañar el sistema nervioso, causar problemas renales y afectar el desarrollo fetal en mujeres embarazadas.

El formaldehído es un conservante que se utiliza en algunos productos cosméticos para prevenir el crecimiento de bacterias u hongos. Sin embargo, en grandes cantidades, puede irritar la piel y los ojos, causar alergias y se ha clasificado como un carcinógeno humano por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.

Los ftalatos, son compuestos químicos que se utilizan para mejorar la flexibilidad y la durabilidad de algunos productos cosméticos, como los esmaltes de uñas. Algunos ftalatos, como el ftalato de dibutilo (DBP), han sido relacionados con trastornos hormonales y reproductivos en estudios con animales.

Los parabenos son conservantes utilizados para prevenir el crecimiento de bacterias y mohos en los productos cosméticos. Aunque su uso está ampliamente regulado, algunos estudios han sugerido que los parabenos pueden tener efectos hormonales y se han detectado en tejidos de tumores de mama.


Por el contrario, los cosméticos seguros y certificados están regulados por normas de salubridad y cumplen con legislaciones específicas. Estos productos han sido sometidos a pruebas de inocuidad y se ha demostrado que son aptos para su uso. Optar por productos regulados asegura que se han seguido estándares estrictos en la fabricación y que los ingredientes utilizados están en concentraciones seguras.

La elección de productos cosméticos seguros y regulados es fundamental para evitar los peligros asociados con los productos no regulados, las reacciones alérgicas a los productos siempre son una alerta a lo que nuestro cuerpo está predispuesto a no admitir y menos en zonas tan sensibles como lo es la piel, rostro y ojos. 

No olvides que revisar las etiquetas y adquirir productos de marcas reguladas siempre presentará una mejor opción para tu salud y bienestar.

https://www.breastcancer.org/es/riesgo/factores-riesgo/exposicion-sustancias-quimicas-cosmeticos

https://cuidateplus.marca.com/belleza-y-piel/cuidados-faciales/2017/09/09/efectos-deseados-cosmetico-144788.html