La ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que nos permite ponernos alerta ante sucesos comprometidos. En realidad, un cierto grado de ansiedad proporciona un componente adecuado de precaución en situaciones especialmente peligrosas. Una ansiedad moderada puede ayudarnos a mantenernos concentrados y afrontar los retos que tenemos por delante.
Sin embargo en ocasiones el sistema de respuesta a la ansiedad se ve desbordado y funciona incorrectamente. Más concretamente, la ansiedad es desproporcionada con la situación y a veces se presenta en ausencia de cualquier peligro ostensible.
Se dice que cuando la ansiedad se presenta en momentos inadecuados o es tan intensa y duradera que interfiere con las actividades normales de la persona, entonces se la considera como un trastorno.
La ansiedad es una de las enfermedades más comunes en los mexicanos, ya que el Instituto de Neurociencias, Investigación y Desarrollo Emocional (Incide) estima que al menos 14.3% de la población la padece. 

ansiedad, trastorno,

Los síntomas del trastorno puede variar entre preocupación o ansiedad persistente, pensar demasiado los planes, dificultad para lidiar situaciones de incertidumbre, temperamento indeciso, incapacidad para relajarse, sensación de nerviosismo y excitación. En este sentido, existen algunos signos físicos como fatiga, trastornos del sueño, tensión muscular, nerviosismo, sudoración e irritabilidad.

Según la OMS, las causas de los ataques de ansiedad surgen con muchos padecimientos mentales, o por una interacción compleja de factores biológicos y ambientales, como las diferencias de la función del cerebro, de percibir las amenazas y el desarrollo de la personalidad. Por esta parte, las complicaciones del trastorno pueden afectar la capacidad de realizar ciertas tareas de manera rápida y eficiente, reducen la energía y aumenta el riesgo de que la persona sufra depresión.

Los factores de riesgo en las personas con trastornos de ansiedad pueden tener antecedentes significativos de cambios de vida, experiencias negativas o traumáticas en cualquier etapa de su existencia. “Por eso es importante consultarse con un psicólogo porque los factores de riesgo pueden incrementar con algunos padecimientos que son traumas, acumulación de estrés, trastornos mentales, las drogas y el alcohol”, señalan expertos. 

TAMBIÉN PODRÍA INTERESARTE: ¿Cómo ponerme en forma después del confinamiento?

Por esta parte, un cierto porcentaje de la población en México tiene ataques de ansiedad y para tratar ciertos trastornos, el tratamiento consta entre unas 18 o 20 sesiones ya sea de psicología o psiquiatría, que tienen un costo medio de 600 a 1200 pesos cada una.

Ir a psicoterapia puede iniciarlo en el camino para sentirse mejor. Cuidar de su cuerpo y de las relaciones puede ayudarle a mejorar su afección. A continuación, encontrará algunos consejos útiles:

Otros artículos que te pueden interesar