¿Anoche no pudiste dormir y hoy te sientes muy cansado? Pues ahora te has unido al club de las personas que sufren de falta de sueño, un grave problema que afecta a tu salud física y mental. 

Los problemas del sueño constituyen una epidemia mundial que amenaza la salud y la calidad de vida de hasta el 45% de la población mundial. 

Pero ¿es fácil recuperar este sueño? Un estudio reveló que Trece personas de veintitantos años que durmieron 30% menos de lo que necesitaban durante 10 noches no habían recuperado por completo la mayor parte de su procesamiento cognitivo después de siete noches de sueño sin restricciones para recuperarse. 

Puede que haya sido un estudio pequeño, pero hace eco de los resultados de investigaciones anteriores. Un estudio de laboratorio sobre el sueño encontró que las personas que dormían menos de seis horas por noche durante dos semanas, y que pensaban que lo estaban haciendo bien, funcionaban tan mal en las pruebas cognitivas y de reflejos como las personas a las que se les privó de sueño durante dos noches completas.


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Eso se debe a que el cerebro necesita ciclos de sueño ininterrumpido para absorber nuevas habilidades, formar recuerdos clave y reparar el cuerpo del desgaste del día. Por lo que una falta crónica de sueño afecta tu capacidad para prestar atención, aprender cosas nuevas, ser creativo, resolver problemas y tomar decisiones. 

Estar despierto durante solo 18 horas puede afectar tu capacidad para conducir tanto como si tuvieras una concentración de alcohol en sangre del 0,05%, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. Omite 24 horas completas de sueño y pronto estarás al 0.10%, muy por encima del límite legal de conducción de EE.UU., que es de 0,08%. 

Un estudio de 2017 encontró que los adultos sanos de mediana edad que dormían mal solo una noche producían una abundancia de la proteína beta-amiloide, responsable de las placas características del Alzheimer. Y un estudio publicado en junio encontró que los adultos mayores que tienen dificultades significativas para conciliar el sueño y que experimentan despertares nocturnos frecuentes tienen un alto riesgo de desarrollar demencia o morir temprano por cualquier causa.

Dependiendo de nuestra edad, se supone que debemos dormir entre siete y diez horas cada noche. 

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